Camino de los tres meses ya, la huelga en la justicia gallega prosigue su curso, con un conflicto que no sólo no tiene visos de arreglarse, si no que conforme pasa el tiempo empeora. Actualmente, podemos decir que la justicia en la Comunidad Autónoma está parada, con lo que eso conlleva para la ciudadanía.
Pero no sólo para ellos, pues abogados y procuradurías ven como esta paralización los está dejando sin trabajo que desempeñar, y por extensión, sin ingresos.
El decano de los procuradores se muestra tajante
Esto que acabamos de comentar no es algo nuevo, ni tampoco puede sonar a sorpresa, ya que parece evidente que, si la justicia está paralizada, aquellos trabajadores del sector privado se quedarán también varados, al no poder realizar su trabajo.
En este sentido se ha manifestado José Antonio Fandiño, decano del Colegio de Procuradores de Vigo, quien, tras la frustración consecuencia de la fallida última reunión entre Xunta y Sindicatos, que desembocó en la ruptura de negociaciones –una más– se expresó en los siguientes términos, extremos pero ciertos: “»Llevamos más de dos meses sin ingresar nada; si esto sigue así de forma indefinida habrá profesionales que se den de baja en el colegio, despidos y ERE en despachos…».
Añadió además que “si esto sigue así, a finales de año tendré que dedicarme a otra cosa. Si llevamos dos meses sin tramitar nada ni ingresar nada, y ya has tirado de los cobros por atrasos, nadie lo resistirá y agosto está a la vuelta de la esquina.»
No solo problemas para procuradurías y bufetes…
Va más lejos Fandiño, previendo que la huelga se alargará hasta verano, y advirtiendo de que “el mes de agosto, en el que hay vacaciones y es inhábil, se hará duro”.
Pero es que, además, aunque la huelga se solucione milagrosamente de un día para otro, el mal para las procuradurías, bufetes y despachos de abogados ya está hecho, y no parece haber solución, pues después de tres meses de huelga, los tribunales están medio parados entre el 15 de julio y el 15 de septiembre, por lo que a esos tres meses sin ingresos debemos sumar otros tres con muy pocos. Y todo esto si, como acabamos de mencionar, ocurre lo que ahora se considera un milagro.
Queriendo ir más lejos, y haciendo un análisis tan cierto como sencillo de obviar, pues uno tiende a reducir los afectados directos por la huelga a los afectados directos, el decano la lleva hasta sus últimas consecuencias; un impacto sobre la economía de toda Galicia, pues “no solo se resienten los funcionarios sino también las empresas que tienen retenidos sus asuntos, los caseros que no pueden cobrar el alquiler o los pensionistas”.
A esto se refiere el regidor de las procuradurías viguesas
Para aquellos que crean ver en estas palabras de Fandiño una de esas exageraciones que se suelen exclamar cuando algo trastoca nuestros planes (sin duda, una manera muy suave de describir la situación actual), las ilustraremos con las lamentables restricciones a las que se está viendo sometida la justicia gallega:
- Juicios suspendidos: ya son más de 15000 los aplazamientos desde el 7 de febrero, día en el que comenzó el parón. En alguno de los casos en los que ya hay fecha, las noticias no son mejores, pues hay aplazamientos para 2020.
- Instrucciones paradas: a no ser que sean asuntos de gravedad, las causas no van adelante, pues no se está citando a testigos ni a peritos para prestar declaración sobre estas.
- Pensiones, bodas y defunciones: a pesar de que estos son considerados servicios mínimos, en las últimas semanas la Xunta ha tenido que estar encima de funcionarios de registros civiles por desatender asuntos a estos efectos, tales como tramitaciones de fes de vida para el cobro de pensiones o certificados de defunción. Al seguir paralizando la huelga alguno de estos trámites, el Órgano de gobierno autonómico ha comenzado a investigar si estos servicios mínimos están siendo incumplidos.
- Presos sin permiso: para que los presos puedan obtener un permiso de salida, o incluso un tercer grado, existe una amplia cadena de actuaciones, imprescindibles todas ellas para que el proceso llegue hasta el final. A saber: en prisión se propone el permiso al recluso; el juez de vigilancia penitenciaria lo autoriza y por último la Fiscalía debe dar su opinión. Debido a la huelga, en algún momento la cadena se ha roto en algunos casos, quedándose el/la reclus@ sin posibilidad de acceder a su permiso.
Un respiro a las procuradurías de Santiago.
Como ya hemos dejado claro antes, los grandes perjudicados, económicamente hablando, son los abogados y procuradores. Si no hay actividad en los juzgados, aquellos cuya ingresos dependen de esta se ven en una situación límite. De hecho, en Santiago de Compostela y A Coruña los colegios de abogados están adelantando el pago del turno de oficio del primer trimestre, para intentar así compensar la falta de ingresos causada por la huelga. Esta se hará efectiva durante los próximos días, evitando así una espera aproximada de un mes, lo que suele tardar la Dirección Xeral en abonar estos importes, una vez aprobada la certificación remitida por el colegio.
En cuanto a los procuradores, el «importante daño económico», en palabras del Colegio de Procuradores de Santiago, ha hecho que este organismo haya eximido a sus más de cien colegiados de pagar la cuota fija del presente mes de abril.
Fernando González Concheiro, homólogo santiagués del anteriormente mencionado José Antonio Fandiño, ha sido muy elocuente al afirmar que los procuradores «sufren mucho» las consecuencias del parón, motivo que propició que la junta de gobierno del colegio aprobase de forma unánime la medida.
Desde aquí, en Abella Procuradores aplaudimos la medida, pero también advertimos que esto no es más que un parche, pues la situación está cerca de ser insostenible, y como ya hemos reflejado anteriormente, los meses de verano van a agravar la situación. Camino de los tres meses, esperemos que no se lleguen a cumplir los cuatro.